domingo, 21 de marzo de 2010

MENSAJE DE CUARESMA DEL PADRE LAURENCE FREEMAN, DOMINGO 21 DE MARZO

El Evangelio de hoy nos cuenta la historia de Jesús y la mujer adúltera. Es un pasaje debatido por los académicos, pero también profundamente amado y entendido por generaciones de Cristianos, razón por la cual ha permanecido en el canon. ¿Por qué ha sido tan emblemático de Jesús y sus enseñanzas? No sólo porque Él está siempre de parte de los oprimidos y marginados. Una verdadera prueba para ver a Jesús, es estar en el lado de los perdedores, con aquellos que se rehusan a estigmatizar o usar a otros de chivo expiatorio. También nos muestra su profunda e inmensa gentileza para con esa parte nuestra que en muchas oportunidades escoge señalar y condenar a otros. Jesús no exoneró únicamente a la mujer, defendiéndola de la muchedumbre de patriarcas enfurecidos; Él los forza, sin usar violencia, a confrontarse con ellos mismos, con su propio autoengaño y fanatismo. Ellos no parecen arrepentirse, pero su vergüenza los hace retirarse. Él ha salvado y ha enseñado, en un sólo acto que une las fuerzas de la sabiduría y de la compasión.

Como dijo alguna vez un padre del desierto cuando le preguntaron cuál era la mejor forma de encontrar la paz interior: "no juzgues a nadie y en cada conflicto que tengas pregúntate siempre, "¿quién soy yo?"

Laurence Freeman

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